ELIGE VIVIR.

¡Hola! Espero que estéis disfrutando de los carnavales :) 

Esta vez, mi entrada semanal va a ser diferente, hoy me apetece alejarme un poco de los temas que suelo tratar normalmente. Me apetece divagar, hablar sobre cualquier tema que se me venga a la mente mientras escucho un poco de Nirvana, así que lo siento si no le encontráis mucho sentido a esta publicación.

A veces creo que es necesario alejarse un poco de lo normal, de lo común, de lo que todo el mundo espera que hagas e incluso tú mismo por costumbre crees que debes hacer.

A veces tienes que pararte, mirar a tú alrededor y pensar en si todo está bien, si crees que vas por buen camino, si está teniendo sentido lo que estás haciendo o si por otra parte es mejor cambiar la dirección para conseguir tus objetivos.

No está mal pararse, no está mal recordar todo el camino que llevas andado, no está mal recordar las piedras más grandes de nuestro camino y recordar cuanto dolió esa herida, pero cuando estemos en esos momentos, es necesario que también nos paremos a pensar en todos aquellos momentos en los que hemos sido felices, en aquellas personas que, aunque es posible que ya no estén en nuestras vidas por diversas razones, en muchas ocasiones nos dieron lo mejor de ellas.

Sí, a veces es necesario que nuestro cerebro emita un clic diferente de los que escuchas normalmente.

Creo que estoy hablando de la soledad, de lo necesario que muchas veces es alejarnos del mundo que nos rodea, de las personas, de los objetos que estamos cansados de ver, de la habitación en la que siempre estás metido, o de la misma música que siempre escuchas.

Hablo de la importancia de alejarse, de encontrar un sitio donde logres ser tú cuando más perdido estas.  De encontrar nuevas metas, nuevas motivaciones, personas que antes no existían y ahora tengan un papel fundamental en tú vida, pues te abrazan cuando ni si quiera tú sabes que lo necesitas y te ayudan a ubicarte cuando crees que vas en la dirección correcta.

Hablo de música nueva que tenga un mensaje diferente, de nuevos acordes en las guitarras y una batería con un ritmo más acelerado.

Hablo de que te encierres si lo necesitas, de que te vayas a un sitio donde nadie interrumpa tus pensamientos, donde nadie pueda quejarse de las voces que estás escuchando en tú mente, o también hablo de que salgas, de que salgas y te comas el mundo.

Solo trato de decir, que no tengas miedo de hacer lo que sientes. No tengas miedo de ser tú, de buscar cosas nuevas, de no conformarte, de buscar en tus pensamientos, de abrir viejas heridas, de sonreír por recuerdos que en los que sentías que la felicidad no tenía límites, no tengas miedo de alejarte de lo normal, de las mismas personas de siempre, de buscar otras experiencias, de cortarte el pelo de aquella forma que siempre dijiste que nunca lo harías.

Solo digo que vivas, que experimentes, que llores y rías, que no tengas miedo, que te atrevas, que te quieras, que respetes y te arriesgues. Que los cambios son un proceso de la vida, y tú vida la vivas a tu modo. Que no dejes que nadie te diga que saltar en paracaídas está mal y quedarte en casa para la cena de navidad en familia es lo correcto.

Solo quiero decirte que a mí me acostado entenderlo, y que a veces cuesta ser así, pero tú y todos tenemos derecho a elegir cada paso que queremos dar.

Esta reflexión me lleva a recordar el monólogo de la introducción de una película, "Trainspotting", que dice : 

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